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AUTOR:IMEF CDMX
Estas últimas décadas han sido de mucha transformación y la equidad de género no es la excepción. Es innegable el avance que se ha conseguido después de iniciativas y movimientos que han puesto a las mujeres en cargos directivos, por lo que cada vez es más importante la diversidad e inclusión femenina.
Sin embargo, podría decirse que el rol que tienen hoy las mujeres en el ámbito empresarial aún dista mucho de ser ideal. La fuerza masculina sigue siendo mayoría y los líderes más representativos siguen siendo hombres, como vemos en este análisis de la ONU.
Tras una interesante entrevista con Katerine Martínez, directora de marketing de Warner Media Latinoamérica y ex directora de marketing en otras empresas de tecnología y retail, te presentamos una importante perspectiva sobre la equidad en el mundo corporativo.
Comencemos estableciendo parámetros significativos dentro del mundo corporativo, ¿qué es diversidad y qué es inclusión?
La equidad es el resultado de considerar estos dos aspectos. Contratar a mujeres por cubrir una cuota de género empresarial no es involucrarlas en la empresa, la elección debe tomarse con base en capacidades y talentos; de igual manera, las empresas necesitan tomar en cuenta las necesidades femeninas y apoyarlas en cada fase de su vida, además acompañar las decisiones femeninas dentro de una empresa.Un ejemplo de ello es incluir salas de lactancia, estacionamientos para embarazadas (como sugiere Sheryl Sandberg en su libro Vayamos adelante. Las mujeres en el trabajo y la voluntad de liderar) y permitir flexibilidad según horarios familiares, convirtiendo así a la colaboradora en alguien mucho más comprometido con los objetivos de la empresa, ya que no querrá perder este espacio donde realmente es tomada en cuenta.
Al ser mujer y tener como prioridad no solo la carrera profesional, sino también el rol de madre, hija o esposa puede parecer riesgoso visibilizar estos roles, pues el paradigma establecido al respecto es que las hará ver menos comprometidas y menos profesionales, como confirma Great Place to Work.
El primer paso para hacerle espacio a las mujeres que vienen detrás y lograr la equidad corporativa es poner límites sanos y olvidarse de la cuota de género empresarial. Decir cuando el hijo está enfermo o que es importante atender al padre que tuvo un accidente es una forma de hacerse lugar en la mesa sin perder credibilidad ni profesionalidad.
El segundo paso es usar su voz. La dedicación, preparación y estudio han brindado significativas herramientas a las mujeres y, aunque la sociedad ha elaborado narrativas de culpabilidad alrededor de las decisiones femeninas, confiar en estas herramientas para establecer sus opiniones y creencias en el lugar de trabajo es fundamental. Solo así podrán desarrollarse en todos los ámbitos.
Estas son valiosas formas de ser líderes en esta transformación hacia la equidad en el mundo corporativo que aún no se alcanza. Como recomendación, también es transcendental salvaguardar la independencia financiera femenina a toda costa e involucrar sin miedo al compañero a cumplir su rol de padre comprometido con el desarrollo de su familia o el rol de esposo involucrado en las tareas del hogar, como mencionan en New York Times.
Importantes retos que permitirán un futuro más prometedor y con equidad.
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