Crecimiento económico en México
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AUTOR:IMEF CDMX
La inversión en infraestructura en México tiene un papel fundamental y estratégico en la economía nacional, pues es uno de los principales determinantes del crecimiento económico.
El 2020 fue un año bastante difícil para la economía mexicana, al registrar una contracción de 8.5%, ubicándola como la más profunda desde la Gran Depresión de 1932. El 2021 pinta para ser otro año complicado en materia de crecimiento económico si no se revierten las bajas tasas de inversión fija bruta en el país.
Pedro Torres, presidente del Comité Técnico Nacional de Infraestructura del IMEF, está completamente convencido de que las inversiones en infraestructura se encuentran rezagadas y muy por debajo de los niveles observados en los últimos tres sexenios, lo que afectará gravemente el crecimiento económico del país en 2021 y los años siguientes.
Desde su punto de vista, se debe dar más énfasis en aquellos proyectos que tienen un potencial de crecimiento importante, en generación de empleos y en generación de valor agregado para efectos del tratado de libre comercio, aprovechando la oportunidad actual del conflicto comercial que hay entre Estados Unidos y China.
“El objetivo es poder captar las oportunidades necesarias, sobre todo en el centro-norte del país, para impulsar el desarrollo de la industria y que se conecten a las cadenas de suministro que se necesitan en Estados Unidos. Esto incrementaría sustancialmente las exportaciones a Estados Unidos y Canadá, y obviamente impulsaría la creación de empleos formales, los cuales son muy importantes en estos momentos”, menciona.
Inversiones se quedan muy cortas
A finales de noviembre del año pasado el Gobierno Federal anunció un segundo acuerdo con la iniciativa privada que contempla un total de 29 proyectos de infraestructura por un total de 228 mil millones de pesos, compuesto por 16 obras carreteras, nueve del energético, dos hidráulicas, una portuaria y otra más de logística. El primer acuerdo de infraestructura lo dieron a conocer el pasado 5 de octubre.
En total, ambos pactos suman 68 proyectos y equivalen a una inversión de 525 mil millones de pesos, sin embargo la cifra se queda corta en comparación con lo que se había anunciado a principios de la administración.
Al respecto, el presidente del Comité Técnico Nacional de Infraestructura del IMEF menciona que “el tema de infraestructura está muy rezagado. Al inicio de la administración el ingeniero Alfonso Romo comentó que había una lista de 1250 proyectos que sumaban casi 100 mil millones de dólares, esa lista de proyectos se quedó en el cajón pues de esos muy pocos se han visualizado en los dos acuerdos que ha presentado el Gobierno Federal”
Aunque los casi 600 mil millones de pesos de los dos acuerdos no son una cantidad despreciable, no es la cantidad que se pensaba se podía detonar en el país, asegura Pedro Torres.
Al hacer una retrospectiva desde el sexenio de Vicente Fox hasta el sexenio de Enrique Peña Nieto, el promedio de inversión en infraestructura que había hecho el Gobierno Federal había sido de 3.2% del PIB. Ahora en los dos primeros años de la actual administración, aún con los cuatro proyectos insignia, la cifra ronda en 2.2% del PIB, muy por debajo que el promedio de los sexenios pasados.
“Después de una crisis como en 2008-2009, en México tuvo en 2010 un crecimiento tremendo en inversión, casi fue el 5% del PIB, y eso originó que el PIB creciera en ese año cerca del 6%. Es un elemento que va de la mano, la inversión en infraestructura o inversión fija bruta va aparejada con el PIB, es un motor, y si no hay inversión en infraestructura el país va a crecer mucho menos de lo que estamos estimando”, comenta.
Políticas unilaterales frenan proyectos de infraestructura
Para Pedro Torres, los años 2021 y 2022 son especialmente importantes porque es cuando se espera el rebote de la economía. La economía cayó 8.5% el año pasado y se estima por parte de la Secretaría de Hacienda un crecimiento de entre 5.0 y 5.5% este año, mientras que las estimaciones promedio de otras entidades financieras están considerando que México va a crecer entre 4.0 y 5.0% del PIB.
“Si el rebote va a ser 3.5%, el margen de crecimiento quitando el rebote es muy pequeño, es de 0.5 o máximo 1.0%, entonces necesitamos el impulso a través de inversiones y desgraciadamente con las decisiones de política económica que está tomando el Gobierno Federal lo que está haciendo es inhibir la inversión”.
La contrarreforma a la industria eléctrica le está mandando un mensaje fuerte al mercado que es ‘señores nosotros aquí podemos cambiar el marco jurídico y regulatorio cuando queramos y no nos importa como queden las inversiones de ustedes, no nos importa su rentabilidad, no nos importa el efecto en sus costos y sus ingresos, simplemente es una decisión unilateral’, opina.
La preocupación actual es que existe la fuerza parlamentaria para realizar cambios en el marco jurídico que afectan a los inversionistas. Con estas modificaciones, advierte Pedro Torres, la inversión está totalmente desinhibida, los capitales ya no van a invertir en proyectos nuevos, si acaso invertirán en lo que ya venían invirtiendo.
“Hay proyectos de alrededor de 77 mil millones de pesos que ya venían en ejecución y esos se van a terminar. Hay proyectos insignia que siguen, se van a seguir ejecutando y que suman alrededor de 600 mil millones de pesos, se van a terminar de construir en el sexenio y hasta ahí vamos a quedar”.
Al sacar un promedio entre lo que va a construir la iniciativa privada de acuerdo a lo que se vislumbra y lo que va a construir el gobierno federal, el monto de inversión no llegaría ni al 1.0% del PIB.
“Además esas inversiones no se van a dar en un año, sus periodos de ejecución son hasta 2 o 3 años, entonces la situación es crítica”, concluye.
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