Crecimiento económico en México
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AUTOR:IMEF CDMX
La pandemia por COVID-19 impactó severamente los flujos globales de inversión extranjera directa en 2020, siendo los países emergentes los más afectados debido a que las inversiones orientadas a la exportación y las vinculadas a las materias primas son las que han presentado las mayores caídas, de acuerdo con la UNCTAD.
Mario Correa, integrante del Comité Indicador IMEF, señala en entrevista que aún con los efectos adversos de la crisis México tiene un gran atractivo para las inversiones derivado de la situación actual en el mundo, la geopolítica y los temas comerciales.
Estados Unidos está en un proceso de reconformación de muchos de sus procesos productivos y las empresas están saliendo de China en muchas de sus operaciones, pues ahora necesitan producir dentro del país o cerca de sus socios comerciales.
“Este conflicto comercial entre Estados Unidos y China, el cambio que ha habido en la dirección del comercio en el mundo, para México representa una gran oportunidad ya que existen las condiciones para que pueda aumentar de manera notable la inversión por temas globales”.
Sin embargo, este atractivo se ve opacado porque el país no está mandando las señales correctas a los mercados. La Inversión Extranjera Directa usualmente requiere certidumbre jurídica, un ambiente de negocios favorable y confianza en que las inversiones van a poder fructificar en los muchos años en los que van a estar en el país.
“Actualmente por decisiones de política pública ese ambiente se ha deteriorado. Un ejemplo muy concreto es la industria automotriz, que está sufriendo cambios impresionantes girando hacia los autos eléctricos. El productor número 1 de autos eléctricos en el mundo, Tesla, recientemente tuvo que decidir entre algún par de opciones para poner su siguiente planta de producción, una era México y otra era Estados Unidos, no eligió a México y habría que preguntarse ¿por qué?”.
Por otra parte, se están presentando cambios en la agenda de política pública en el mundo y México no es parte de ellos. En Estados Unidos su política es muy clara, sobre todo en el tema energético, hacia energías limpias, abundantes, baratas y confiables.
Para Estados Unidos es muy importante que los procesos productivos se realicen con energías limpias porque hay gente preocupada por el cambio climático, incluso hay un compromiso cada vez más importante reflejado en el Acuerdo de París.
“Esto tanto para el gobierno como para las empresas es muy importante porque una empresa que confirme que sus procesos de producción se realizan con energías limpias no va a ser bien vista por los consumidores que se han vuelto más sensibles a estos temas, y lamentablemente en México, sobre todo en la política energética va contrario al mundo. Esto sin duda golpea las intenciones de inversión de los extranjeros”.
Para Mario Correa la vacunación es un factor fundamental para destrabar las inversiones en el país.
“La vacunación es una condición indispensable para que las cosas empiecen a caminar. En México la vacunación va muy lenta y el problema de esa lentitud es el riesgo de que vuelva a surgir una tercera oleada, que ya estamos viendo en el resto del mundo. Aquí en México ese riesgo es muy elevado, y si volvemos a cerrar la actividad económica le va a pegar durísimo a las empresas”.
Por tal motivo, el que avance el proceso de vacunación es fundamental para que se mantengan las perspectivas de crecimiento de actividad económica relativamente buenas, o por lo menos, ver el rebote que se está esperando.
México requiere una economía de mercado que funcione mejor, pues a pesar de observar las experiencias exitosas de otros países, aún no se ha resuelto la disyuntiva de inclinarse hacia una economía donde el estado es el que toma las decisiones o permitir que sea una economía de mercado.
“La experiencia histórica de varios países es muy clara en ese sentido, son las economías de mercado las que pueden generar una mayor prosperidad para su población porque al final del día en una economía de mercado participan todos los sectores”.
Mario Correa explica que actualmente es complicado entender, interpretar y pronosticar las cifras económicas porque el 2020 fue muy inusual. En el caso de las variables como el PIB, la inversión, el consumo, entre otros indicadores, fue tan dura la caída que en 2021 se espera que ‘reboten’, pero aún así quedarán a deber..
“Los pronósticos de crecimiento apuntan a un 4% este año pero en 2020 cayó más de 8.0%, entonces quiere decir que no estamos ni a la mitad del camino de lo que perdimos el año pasado. La inversión total en el país cayó 18% y para regresar a los niveles este año tendría que crecer más de 25%”.
Algunos economistas estiman un crecimiento de la inversión de hasta 5% o 6% para 2021, que comparado contra otros años puede parecer un crecimiento impresionante, pero solo es el efecto base de comparación, una ‘ilusión óptica’, pues el 2020 fue el peor año desde 1932.
“El entorno es muy retador para las empresas porque no hay claridad desde el punto de vista de certeza jurídica de que vayan a poder recuperar sus inversiones”.
El economista asegura que el entorno de negocios está muy lastimado y que la inversión tardará mucho tiempo en recuperarse y crecer a tasas saludables.
“Creo que las inversiones, tanto nacionales como extranjeras, serán bastante pobres este año y es triste porque el potencial ahí está”.
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