Finanzas Corporativas
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AUTOR:IMEF CDMX
La ética empresarial es más importante que nunca, no sólo por la imagen que una empresa proyecta ante sus clientes y el público en general, sino también para atraer a los mejores talentos, aquellos profesionales que pueden aportar mucho valor a la empresa.
Además, la ética empresarial también determina cómo actúa una organización y qué decisiones toma, y esto puede incluso influir en la forma en que se gobierna. En las empresas, el concepto de ética siempre ha sido visto como antagonista de la ganancia.
El empresario debe obtener ganancias respetando la ley, pero sin escrúpulos morales y sin tener que evaluar si sus acciones actuarán a favor o en contra del interés y el bienestar de la empresa.
Aquí te presentamos los 4 factores importantes de la ética empresarial:
Abrir las puertas de las empresas a la diversidad alcanza a todos los factores de construcción social: edad, religión, nacionalidad, posición social y orientación sexual. La diversidad en una empresa va más allá de respetar y aceptar las diferencias.
Un equipo con perfiles diversos es más rico en talentos, mejora los resultados de la empresa y contribuye al éxito empresarial. Además, en un entorno empresarial en el que se respetan las diferencias, automáticamente se reducirán los conflictos y habrá un mayor compromiso de los colaboradores.
Una mejor convivencia dentro de la empresa, respetando las diferencias, hará que los empleados se sientan más seguros y apreciados, y puede reducir la rotación de la organización significativamente.
Los temas de remuneración e incentivos son vitales para una empresa porque a los empleados no les gusta ser tratados injustamente. Para este tipo de injusticias se deben diseñar prácticas necesarias de ética, justicia y trato justo.
Más allá de pagarle al trabajador por sus labores dentro de la empresa, los empresarios tienen la obligación de pagar un salario justo. El argumento es que los empresarios deben pagar un salario digno, es decir, un salario que permita al trabajador disfrutar de un nivel de vida “normal”.
La responsabilidad social de las empresas es una política que guía todos los pasos de la empresa para hacerla más ética, responsable, sostenible y humana. Esto influye en la gestión de la empresa y en el trato con los socios, los empleados y clientes.
Promueve la unión de los empleados que desean tener un propósito en su trabajo, atrae a los clientes que se sienten parte de algo más grande cuando consumen productos o servicios de una empresa ética, lo que los hace fieles a su marca.
El branding de la marca se valora y la percepción de la imagen empresarial cambia según las acciones realizadas por la empresa. Se hace visible en las acciones que una empresa lleva a cabo, con el fin de mejorar el mundo, contribuir al desarrollo sostenible, ser un agente de transformación de la sociedad.
Un conflicto de intereses surge cuando, debido al interés propio, un empleado puede verse influenciado para actuar en contra de los principios de la empresa, tomando una decisión inadecuada o incumpliendo una de sus responsabilidades profesionales.
La empresa debe estar atenta a los casos cotidianos para tomar precauciones y evitar que se produzcan en la práctica. Aquí algunos ejemplos de situaciones que merecen atención especial:
Las empresas comprometidas con las buenas prácticas saben hacer negocios, pues cuando actúan con ética son las primeras que destacan dentro de los mercados competitivos. Para lograrlo, es indispensable que la ética organizacional tenga un apoyo consistente, claro y amplia por parte de todos los miembros de la empresa.
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