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AUTOR:IMEF CDMX
Definir qué es la competitividad empresarial puede ser una tarea un tanto subjetiva porque para medir el nivel al que compite una organización en un sector o mercado específico depende de varios factores o criterios.
La competitividad empresarial es la capacidad de una organización para operar de tal forma que se distinga frente a sus competidores porque es mejor en uno o más rubros, por ejemplo, en calidad, precio, procesos, atención, entre otros.
Ser competitivo es un proceso permanente que requiere mantener, cambiar e innovar estrategias para la compañía. Si en algún momento una organización posee una mayor competitividad frente a otros, no quiere decir que se quedará en esa posición porque es muy probable que sus competidores generen las acciones necesarias para ser más competitivos.
Para ubicar mejor qué es la competitividad empresarial hay que distinguir estos tres tipos:
Toda organización debe buscar, nutrir y reforzar sus ventajas competitivas para permanecer en un mercado o sector socioeconómico y así elegir el mejor rumbo o directriz para su negocio.
Cuando hay competitividad una empresa puede emprender un camino de crecimiento, lanzar nuevos productos o servicios, además de innovar y mejorar su oferta para los clientes.
La importancia de la competitividad empresarial radica en las capacidades y recursos que potencializan a una empresa para generar estrategias más eficientes, comunicarse con su audiencia y generar valor para el sector en el que se desarrolla.
Desarrollar la competitividad empresarial es un esfuerzo constante, pero es fundamental para toda empresa. Si te preguntas cómo mejorar la competitividad empresarial lo puedes hacer con acciones integrales, como por ejemplo:
Identifica cuál es la propuesta que hace único a tu negocio frente a los demás, cuál es tu por qué, es decir, la razón de ser de tu compañía. Analiza cómo ayudas a la sociedad, a tu mercado o a tus clientes. Con base en este análisis crea o mejora tu propuesta de valor.
Es importante que tengas una visión hacia lo humano para que impulses y desarrolles a tus colaboradores, porque ellos serán los que muevan tu negocio para ser más competitivo. Genera estrategias de integración, capacitación y especialización.
¿Cómo están los procesos al interior de tu empresa y cómo son tus relaciones con el exterior? Esta es una parte importante que si haces una evaluación para detectar áreas de oportunidad podrás optimizar tus procesos para hacer más con menos, ser rápido pero con calidad, y establecer una dinámica de mejora continua.
Innovar es clave para que una empresa se posicione y crezca, si tienes esta visión podrás elevar el nivel de tu empresa en muchos aspectos. La innovación puede ser mediante nuevos procesos, lanzamiento de productos, nuevas formas de organizarte o al buscar nuevos mercados.
Apóyate en las nuevas tecnologías para diferentes áreas dentro de tu negocio. Tienes que sumarte a la transformación digital y sacar provecho de todo lo que te ofrece en cuanto a recursos, plataformas, herramientas y más.
Renueva tu servicio, soporte y atención al cliente para que estos sean de excelencia. Mientras mejores sean las relaciones con tus clientes mayores oportunidades de negocio tendrás.
Recuerda que no hay recetas ni fórmulas para que una empresa siga pasos y automáticamente sea más competitiva. Debes generar estrategias a la medida de tu negocio, entendiéndolo a fondo, conociendo a tu audiencia y al mercado.
Una organización debe ser dinámica para nutrir y mejorar su competitividad empresarial, por lo que es importante desarrollar nuevos proyectos, expandir el negocio y diversificar.
Al tener noción de qué es la competitividad empresarial es más fácil que identifiques las claves que te ayudarán a mejorar tu organización. Lo más importante es que implementes acciones vinculadas entre sí para corto, mediano y largo plazo porque como hemos visto la competitividad depende de diversos factores.
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